Por un momento, el día de autos, la noche del 22, soñamos un cambio. El PSOE de Alcalá de Guadaíra no tenía la mayoría absoluta en el Ayuntamiento y tendría que contar con las otras fuerzas políticas. Al PA le bailaban las papeletas y un tercer concejal hubiera acabado con la hegemonía de la minoría. Sí, el Alcalde Senador que presume de ser el socialista más votado, se calla otra vez la abstención. Esta vez “sólo” un 43,68 por ciento de los ciudadanos y ciudadanas se quedaron en sus casas y en sus casos. Vamos, que les importó una higa decidir quien les gobierna. Lo que me extraña es cómo no se echaron a la calle, aunque fueran unos pocos, para tomar una plaza tipo SOLución. No una cualquiera, la del Duque por ejemplo y hacer compañía a su pato, un blog de lo más interesante para salir del tedio pueblerino que nos invade.
Pero no pudo ser. Y con 13.068 votos volverá a administrar este municipio de casi 72.000 habitantes como si fuera su cortijo, que de alguna manera u otra lo es. Otra vez más de lo mismo. Más Alcalá bonita, más Polígonos de Trabajo Imparables, más Río Transparente en el que si no nos bañamos es porque no queremos (tan translúcido incluso como las cuentas de este consistorio), más Rotondas de gresites modelo el Dragón de Alcalá, que para algo somos cuna del modernismo gaudiano del siglo XXI, versión sur. Y más y más cosas que todos podremos seguir apasionadamente a través de esos medios tan democráticos y participativos como El Guardián y la Revista a Todo Color Papel Couché que nos regalan cada semana después de habernos exprimido (tendrá algo que ver con los cítricos) generosamente a impuestos.
Pero esto es lo que hay. Al menos, tendremos un consuelo estos próximos cuatro años. Mientras no salgamos de la crisis, y esto va para largo, y no encuentren muchos incautos a los que engañar, me parece que dinero, poquito. O mirado de otra manera, que obras de gusto irreparable para afear aún más Alcalá, difícil que hagan más en una temporada. ¿O volverá a ser otro sueño interruptus?
1 de junio de 2011
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