España, por primera vez en muchos años, pierde población. La crisis ha dado la vuelta a los flujos migratorios y ahora salen más emigrantes que inmigrantes entran. La población joven, cuya alarmante tasa de paro supera ya más de la mitad, no tiene miedo a buscar trabajo en el extranjero. Si el Gobierno de Mariano Rajoy no toma medidas, asistiremos a un envejecimiento de la población española, con el consiguiente problema de equilibrio entre pensiones y trabajo. Podemos pagar la crisis por partida doble, ahora y en un futuro no muy lejano
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