Cuando la poca vergüenza no tiene límites. Después de hundir las Cajas de Ahorro se van a sus casas con el
riñón bien forradito de millones. Y luego hablan de la temeridad de los hombres de negro de Bruselas.
El miércoles 13 de junio supimos que Rato renunciaba a su indemnización (y al compromiso de no trabajar
para otra entidad bancaria en dos años) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario