domingo, 4 de noviembre de 2012

LIMONES II



Ekaterina Alekseyevna,
 en ruso: Екатерина Великаяa,
en español de España: Catalina la Grande
 
 
Catalina II, Catalina la Grande, encargó a su consejero y ministro Potemkin la modernización de la Nueva Rusia. Este, con el dinero recibido, se empleó a fondo en limpiar la cara del imperio ya en decadencia construyendo puertos y adecentando ciudades, pero no atajó el verdadero problema de las desigualdades sociales y las miserias que se vivían en las aldeas. Sabedor de que la reina inspeccionaría sus obras pero no se bajaría del carruaje, construyó casas de cartón piedra para satisfacer a su señora Majestad. Las mismas que se iban desplomando a medida que la visita concluía porque los caballos se llevaban las reales posaderas a otro escenario. Desde entonces las aldeas Potemkin han pasado a la historia como las construcciones fantasma, las fachadas de pega, los decorados camelo.

A nuestro alcalde-senador le pasa algo muy parecido. Incapaz de asumir que ha llevado el municipio a la bancarrota, que nos ha endeudado para varias generaciones, que no está preparado para embridar el caballo desbocado de la deuda que crece y se desborda, se empeña en dar la imagen que Alcalá es la ciudad de las artes y las letras, de la macro biblioteca y del magno teatro, a mayor gloria del régimen. Pero la realidad es otra muy distinta, más parecida a las fantasmadas de cartón piedra: no hay dinero ni para el papel de las fotocopias. Aquí va a uno al Ayuntamiento para que le den un certificado de empadronamiento y del “vuelva usted mañana” de Larra hemos pasado al “vuelva usted dentro de una semana”, a ver si logramos engañar a otro para que nos siga suministrando tóner y folios. Esta es la Alcalá real, la que nadie quiere ver desde los despachos oficiales porque se avergonzarían de cómo se ha dilapidado el dinero de los contribuyentes. La que esconde la cabeza como la avestruz cuando se habla de adelgazar una administración local insostenible, sobredimensionada e ineficiente. La que no tiene ningún empacho en criticar los recortes de los que no sean su propio partido y nos suben un 10 por ciento todos los años los impuestos. Así les va, así nos va.
 
 
 
Todos los años, don Antonio,
nos sube un 10 por ciento los impuestos

PUBLICADO EN LA VOZ DE ALCALÁ EL 1 DE NOVIEMBRE DE 2012
 

 

 

No hay comentarios: