viernes, 15 de febrero de 2013

Salvemos el Guadaíra

Cartel de la marcha hacia el Parlamento andaluz para reivindicar el río Guadaíra


El 28 de febrero se convertirá, por décimo año consecutivo, en el día elegido por los alcalareños para reivindicar el río. A ojos del Ayuntamiento socialista, el Guadaíra se encuentra en un estado bastante aceptable de conservación. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Siguen haciéndose vertidos incontrolados de sosa caústica, sobre todo los días con fuertes lluvias, para minimizar la contaminación y no dejar rastro. Las riberas están muy descuidadas y corren el riesgo de que caigan en el abandono por los recortes. El vandalismo ha hecho mella en el patrimonio cultural y los molinos harineros desaparecerán víctimas de los cafres si no se les busca una solución. Hay que abrir la mano y dar facilidades al turismo ecológico, la explotación responsable de los mismos o su uso como espacios de restauración. No se puede ser impune con quienes destrozan gratuitamente estos bienes. Si se los declara de interés cultural, la protección, jurídicamente hablando, sería aún mayor y el castigo contra los vándalos también.

Llama la atención, que de todas las entidades que apoyan la marcha, no están ni el PSOE ni su filial UGT. Ellos sabrán por qué. Cada día que pasa la sociedad civil va desplazando más a los partidos, verdaderas máquinas de colocar militantes, familiares y amiguetes para poder tejer fuertes arañas de poder.

Los socialistas no se unen a la marcha. El poder ciega

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