lunes, 12 de mayo de 2014

La derrota

...y desahuciado en la lona, no respiras

Al final,
la vida
siempre
te vence.

Luchas,
jadeas,
te esfuerzas,
golpeas,
te desgañitas.

A veces,
interrumpes
el signo
de los tiempos
e, incluso,
al árbitro
sobornas
con dádivas
fingidas.




Pero,
a pesar
de tus juegos,
de tus golpes duros,
de tus fintas,
llegan
el desencanto,
el sudor
y la fatiga
infinita,
y el corazón,
sin resuello,
te lleva
al suelo,
de golpe,
sin salida.

El combate
termina
y desahuciado,
en la lona,
no respiras
y sólo
queda
el amargo
rastro
del vencido:

cenizas,
soledad
y olvido.

DOMINGO CARBAJO VASCO


Madrid, 5 de mayo de 2014.


cenizas, soledad y olvido



el amargo rostro del vencido






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